En medio de tensiones crecientes, el Líder Supremo de Irán, Alí Jamenei, desafía a Estados Unidos, aseverando que su país no se rendirá ante presiones militares. Esto ocurre tras declaraciones del entonces presidente Trump sobre la ubicación de Jamenei, sugiriendo una potencial acción militar si Irán no detiene su programa nuclear. El estrecho de Ormuz, crucial para el tráfico petrolero, se convierte en un posible foco de represalias. Con aproximadamente 20 millones de barriles de petróleo pasando por esta vía diariamente, su cierre podría provocar una crisis energética global, disparando los precios del crudo y afectando economías, especialmente en Asia y entre aliados de Irán como China. Además, las tácticas para bloquear el estrecho incluyen misiles y minas, replicando estrategias utilizadas por los hutíes en el mar Rojo, poniendo en riesgo el equilibrio económico y de seguridad global.
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