En un ataque nocturno, el grupo chií libanés Hizbulá lanzó un dron contra una base militar israelí cerca de Haifa, resultando en la muerte de cuatro soldados y siete heridos graves, según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. El ataque, reivindicado por Hizbulá, fue una reacción a las acciones israelíes en Beirut y otras regiones libanesas. Paralelamente, un bombardeo israelí en Gaza dejó al menos tres muertos y 40 heridos en un hospital de Deir al Balah, en el contexto de una ofensiva más amplia de Israel en la región. El Gobierno de Gaza, controlado por Hamás, denunció el ataque como una «horrible masacre» y culpó al apoyo de EE.UU. y el silencio internacional por la expansión del conflicto. Desde el inicio de la guerra, según cifras gazatíes, más de 42.200 personas han muerto.
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