La aviación israelí bombardeó la ciudad siria de Al Sueida tras la entrada del Ejército sirio para controlar la seguridad, en medio de enfrentamientos entre milicias drusas y grupos beduinos. El bombardeo surge tras ataques previos a tanques sirios dirigidos hacia la misma localidad, justificando la acción como protección a la minoría drusa. Líderes drusos en Siria acusan al gobierno de Damasco de romper un cese al fuego, advirtiendo de una posible guerra de exterminio si el Ejército no se retira. La situación humanitaria se deteriora mientras la comunidad internacional observa con preocupación la posible escalada del conflicto.
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