Según un informe de The New York Times, una empresa húngara fabricante de buscas que explotaron en Líbano y causaron la muerte de al menos 12 personas fue creada por los servicios secretos israelíes. La operación, descrita como compleja y de larga gestación desde 2022, tenía como objetivo la milicia chií libanesa Hezbolá, apoyada por Irán. Hezbolá había dejado de usar teléfonos móviles, optando por los buscas para evitar ser localizados, sin saber que adquirían los dispositivos directamente de Israel. La inteligencia israelí elaboró un plan para establecer la empresa pantalla B. A. C. Consulting, que fabricó los dispositivos con explosivos PETN, distribuidos entre los combatientes de Hezbolá antes de ser detonados el martes.
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