Israel y Siria han acordado un alto el fuego, mediado por Estados Unidos y apoyado por Turquía y Jordania, para calmar la reciente escalada de violencia en el sur de Siria. Este sábado, el presidente sirio Ahmed al-Sharaa agradeció el papel mediador de EE.UU., aunque las tensiones persisten en la provincia de Al Sueida, donde más de 718 personas han muerto y unas 2.000 familias han sido desplazadas en una semana. Los enfrentamientos entre grupos drusos y beduinos, exacerbados por la intervención del ejército sirio y bombardeos israelíes, evidencian la fragilidad de este cese al fuego y la compleja situación regional.
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