En 2020, Jack Ma, cofundador de Alibaba, enfrentó una abrupta caída en su reputación tras un discurso que criticaba las políticas de control financiero del gobierno chino. Ma expresó su desacuerdo con la estrategia de Pekín de reducir riesgos en el sistema financiero y cuestionó el funcionamiento de los bancos tradicionales, generando fricciones con las autoridades. Esta intervención fue un punto de inflexión que llevó a un mayor escrutinio sobre sus negocios y a la suspensión de la salida a bolsa de Ant Group, mostrando las repercusiones de desafiar al liderazgo político en China.
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