Un terremoto de magnitud 8,8 sacudió las costas de Kamchatka, en Rusia, desatando alertas de tsunami en el Pacífico, afectando a países como Japón, Estados Unidos, Canadá y diversas naciones latinoamericanas. Las autoridades rusas registraron varias réplicas, incluida una de magnitud 6,2. En Japón, el sismo ocasionó la llegada de olas de hasta 40 centímetros, desencadenando evacuaciones en múltiples regiones. Hawái declaró estado de emergencia, mientras que medidas similares se extendieron por toda la costa del Pacífico estadounidense y canadiense. En Latinoamérica, Chile, México, Perú y Ecuador emitieron alertas de tsunami, anticipando la llegada de olas de considerable altura. Daños estructurales se reportaron en Kamchatka y la isla de Paramushir.
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