Un equipo de científicos japoneses ha desarrollado sangre artificial compatible con todos los grupos sanguíneos, marcando un hito en la medicina moderna. Liderado por el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada (AIST), el avance fue publicado en «Nature Biomedical Engineering». La sangre artificial, llamada provisionalmente HemoSyn-A, transporta oxígeno y coagula sin riesgo de rechazo, es estable a temperatura ambiente y evita las complicaciones de la sangre donada. En ensayos preclínicos, logró restablecer las constantes vitales rápidamente sin reacciones adversas. Este desarrollo promete transformar transfusiones en situaciones de crisis, reducir la dependencia de donaciones humanas y salvar vidas. Se prevén pruebas en humanos para 2026, con miras a acuerdos de producción internacional.
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