Jill Stein, candidata del Partido Verde, irrumpe nuevamente en la contienda presidencial estadounidense, criticando el bipartidismo y desafiando a Kamala Harris y Donald Trump. Stein, conocida por su activismo ecologista y un firme apoyo a la causa palestina, busca capitalizar el voto de los desencantados, especialmente dentro de la comunidad musulmana. Su presencia es vista como una amenaza potencial para los demócratas en estados bisagra críticos como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, recordando la polémica de 2016, cuando su candidatura supuestamente impidió la victoria de Hillary Clinton. Con las encuestas estrechamente disputadas, los demócratas temen que Stein pueda inclinar la balanza a favor de Trump, mientras su campaña subraya la urgencia de una nueva fuerza política que desafíe a los gigantes tradicionales del sistema estadounidense.
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