José González, psicólogo especializado en procesos de duelo, destaca la tendencia de la sociedad a evitar enfrentarse a la muerte, una actitud alimentada desde la infancia al proteger a los niños de rituales como los funerales. En sus formaciones, enfrenta a los profesionales del duelo a sus propios temores pidiendo que calculen la fecha de su muerte, provocando reacciones de incredulidad. González enfatiza la importancia de los rituales y la necesidad de que los niños comprendan la irreversibilidad de la muerte para evitar sentimientos de culpa. Advierte que el duelo no elaborado puede derivar en ansiedad, depresión e incluso suicidio, destacando la utilidad de las emociones difíciles en la sanación. Aconseja crear recuerdos tangibles como cajas con objetos significativos y valorar las relaciones con los vivos, sugiriendo que acompañar de manera adecuada implica permitir que la persona exprese su dolor sin inhibiciones.
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