Protestas masivas estallaron en Marruecos, dirigidas principalmente por jóvenes de la Generación Z, quienes demandan mejoras en sanidad y educación frente a la corrupción gubernamental. Las manifestaciones, inspiradas y organizadas a través de plataformas como TikTok y Discord, se llevaron a cabo en al menos 11 ciudades, resultando en decenas de detenciones por parte de la policía marroquí. El detonante fue la tragedia en un hospital de Agadir, donde murieron ocho mujeres embarazadas, simbolizando el colapso del sistema sanitario. Mientras el gobierno defiende sus inversiones en infraestructuras deportivas para eventos internacionales, los manifestantes exigen servicios básicos, reflexión que recuerda a la Primavera Árabe. La represión ha sido criticada por entidades de derechos humanos y partidos opositores, subrayando una brecha creciente entre el gobierno y las demandas ciudadanas.
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