En el mundo virtual de Roblox, los avatares de jóvenes, muchos de ellos latinos e hijos de inmigrantes, están utilizando la plataforma para protestar contra las políticas migratorias de la Administración Trump. Lo que alguna vez fue un espacio para la creatividad y el aprendizaje, ahora es un escenario de resistencia donde los jugadores levantan pancartas virtuales con mensajes contra las deportaciones y el miedo. Estas protestas reflejan un profundo temor en niños que temen perder a sus familias y utilizan el juego para expresar su angustia y solidarizarse. Durante la pandemia, los videojuegos ya habían servido como espacio de expresión política, pero ahora los principales protagonistas son menores de 13 años. La investigadora Kishonna L. Gray señala que estos jóvenes están canalizando emociones complejas y usando las herramientas tecnológicas a su disposición porque no encuentran otros espacios donde ser escuchados. Roblox se ha convertido en su escenario de protesta, reflejando tanto su vulnerabilidad como su capacidad para oponerse a un sistema que los afecta directamente.
Leer noticia completa en El Pais.