Un juez federal detuvo temporalmente el plan del gobierno de Estados Unidos de colocar en excedencia a 2.200 funcionarios de USAID, la principal agencia de cooperación al desarrollo. Esta medida formaba parte de una estrategia para recortar el gasto burocrático impulsada por Elon Musk, líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental, y apoyada por el presidente Donald Trump, con el objetivo de reducir significativamente la plantilla de la agencia. El juez Carl Nichols, designado por Trump, también está evaluando revertir las excedencias ya dictadas para otros 500 empleados. La administración ha paralizado casi toda la ayuda exterior, sometiéndola a una revisión que evalúa cada proyecto, lo que ha suscitado críticas debido a la dependencia de millones de personas en todo el mundo de estos fondos. Mientras tanto, los empleados de USAID enfrentan incertidumbres laborales, incluyendo la suspensión de contratos y la repatriación de aquellos en misiones internacionales, en medio de un ambiente de tensión y disputas sobre el valor de los programas de cooperación.
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