Una jueza federal ha manifestado su intención de obligar al gobierno de Donald Trump a continuar financiando el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), esencial para 42 millones de estadounidenses. El cierre del gobierno, que se acerca a ser el más largo de la historia, provocó que la administración anunciara la suspensión del programa por falta de fondos. Desde Massachusetts, la jueza Indira Talwani cuestionó la definición de emergencia del gobierno, sugiriendo que la falta de recursos para alimentar a millones es, de hecho, una crisis urgente. A pesar de contar con fondos de contingencia y otros recursos no utilizados, el gobierno insiste en no proceder sin la aprobación de una ley de gastos por parte del Congreso. Demandas de diversos estados y organismos buscan evitar la interrupción del programa, mientras las negociaciones parlamentarias continúan estancadas en un ambiente de acusaciones cruzadas entre republicanos y demócratas.
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