Jia Wenqi y Jia Haixia, amigos de la infancia de la aldea china de Yeli, han superado sus discapacidades para transformar un terreno árido en un bosque de más de 10,000 árboles. Wenqi, sin brazos por una descarga eléctrica en la infancia, guía a Haixia, quien perdió la vista en un ojo al nacer y en el otro tras un accidente laboral. Juntos comenzaron esta tarea en 2002, enfrentando desafíos como la supervivencia de solo dos árboles el primer año, y creando un arroyo para abastecer de agua el área. Aunque reciben una ayuda económica gubernamental por su labor, destacan que lo hacen por amor a su tierra, transformándola con esfuerzo compartido y un espíritu inquebrantable.
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