En la primera sesión del Parlament del nuevo periodo de sesiones, se evidenció la distancia entre Salvador Illa y Junts, con críticas hacia la gestión de TV3, acusada por Junts de haber perdido su esencia nacionalista bajo el liderazgo del Govern. Mientras tanto, Esquerra Republicana se centró en la problemática del servicio de Rodalies, destacando retrasos y deficiencias en la infraestructura ferroviaria. Illa defendió su posición, argumentando que las decisiones corresponden a los órganos de gobierno acordados con Junts y ERC, y evitó asumir responsabilidad directa en las polémicas discutidas. El PP condicionó la continuidad de Illa a la aprobación de los presupuestos en 2026, a lo que la consejera de Economía aseguró la disposición de dialogar, aunque reconoció que gestionar sin presupuestos no es óptimo.
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