Durante la Convención del Partido Demócrata, Donald Trump arremetió contra Kamala Harris, especialmente sobre su política migratoria, acusándola de querer fronteras abiertas que permitirían la entrada de criminales. En un mitin en Arizona, Trump destacó su éxito con latinos y hombres blancos, al mismo tiempo que Harris se comprometió a reforzar la seguridad fronteriza. Harris, consciente de la importancia del voto preocupado por la inmigración, mantiene una actitud discreta y evita grandes anuncios. Aunque recibió críticas de progresistas por no abordar la reforma migratoria, Harris ha ganado apoyo entre latinos, cruciales en estados clave como Arizona y Nevada.
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