En los últimos años, Pyongyang ha intensificado sus pruebas de misiles con el objetivo de mejorar sus capacidades de ataque. Estas actividades se enmarcan dentro de un esfuerzo más amplio por parte del régimen norcoreano para consolidar su poder militar y aumentar su capacidad de disuasión frente a posibles adversarios. La comunidad internacional se mantiene alerta ante estos desarrollos, ya que el incremento de las pruebas de misiles representa una amenaza potencial para la estabilidad regional y global.
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