El resultado subraya la firmeza en la política soberanista y la decisión de no ceder ante Serbia en el contexto de la normalización de relaciones. Esta postura refleja un compromiso inquebrantable con la defensa de sus intereses nacionales, a pesar de las presiones internacionales, y destaca la importancia de la autodeterminación en el complejo escenario político de los Balcanes. La situación continúa siendo una pieza clave en el entramado diplomático regional, donde las tensiones históricas y las aspiraciones políticas siguen marcando la agenda.
Leer noticia completa en El Mundo.