El Tribunal Supremo de EE.UU. ha instado al Gobierno a facilitar el regreso de Kilmar Abrego García, un ciudadano de Maryland deportado erróneamente a El Salvador. Pese a las órdenes judiciales, la Administración Trump ha evitado tomar medidas para repatriarlo, mientras el presidente salvadoreño Nayib Bukele, en una visita a la Casa Blanca, negó la devolución de Abrego, tildándolo injustificadamente de «terrorista». La Administración sostiene varios argumentos, incluyendo una supuesta vinculación de Abrego con la MS-13, pese a no presentar pruebas. La tensión aumenta con demandas legales, destacando el uso de leyes antiguas para deportaciones irregulares. La situación se complica con llamados de abogados para exigir aclaraciones al Gobierno y acciones contra posibles desacatos judiciales.
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