El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) emergió como el gran vencedor en las elecciones del estado federado de Turingia, al este del país, con Björn Höcke obteniendo el 30,5% de los votos, mientras que en Sajonia, quedó en segunda posición con el 30%, sólo superado por la CDU. A pesar de su avance, AfD enfrenta un cordón sanitario por parte de otros partidos, dificultando su acceso al gobierno. Este respaldo a la extrema derecha promete repercusiones significativas en Berlín, donde el debilitado gobierno de coalición de Olaf Scholz se enfrenta a una crisis de popularidad y disputas internas. Por otro lado, la nueva formación de Sahra Wagenknecht también consiguió un notable 16% en Turingia y 12% en Sajonia, posicionándose como actor clave en las negociaciones gubernamentales, en un complicado panorama político que podría cambiar la conformación de los gobiernos estatales.
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