La industria tecnológica se enfrenta a una potencial crisis de abastecimiento de memoria flash NAND que podría extenderse durante una década, según advierte Pua Khein-Seng, CEO de Phison. El ejecutivo subraya que el mercado no está preparado para satisfacer la creciente demanda, lo que podría desencadenar un «superciclo» con tensiones significativas a partir de 2026.
El aviso de Khein-Seng coincide con el impacto del reciente acuerdo de OpenAI con Samsung y SK Hynix, que absorberá cerca de la mitad de la producción mundial de DRAM para su proyecto Stargate AI. Este doble golpe sugiere que la memoria, antes considerada un bien cíclico, podría transformarse en un recurso estratégico crucial para la inteligencia artificial (IA), afectando desde centros de datos hasta dispositivos personales.
El problema es claro: mientras las nubes tecnológicas han invertido masivamente en GPU y HBM para entrenar IA, el siguiente paso de monetización, que implica la inferencia a gran escala, está impulsando una demanda de almacenamiento NAND que actualmente el mercado no puede satisfacer.
El déficit de inversión en NAND se remonta a años anteriores. La rentabilidad tambaleante llevó a los fabricantes a moderar sus gastos, redirigiendo recursos hacia tecnologías con márgenes más altos, como HBM. Con una nueva ola de demanda en ciernes, las previsiones para 2026 indican un escenario particularmente severo si no se acelera la inversión en toda la cadena de producción.
La situación también resalta un dilema estratégico en el sector de semiconductores: mientras la inversión se concentra en áreas de alto margen como HBM y chips lógicos, la NAND queda relegada. Si esa tendencia continúa, se ralentizará justo cuando más se necesita, especialmente para los procesos de inferencia en IA.
El término «superciclo» describe periodos en los que la demanda supera la oferta de manera sostenida, elevando así los precios durante años. En el caso de la NAND, la demanda es impulsada por la IA, junto con el crecimiento del volumen de datos y la expansión de la computación en la nube y el borde.
Para las empresas que dependen de NAND, la clave será asegurar contratos a largo plazo, rediseñar estrategias de almacenamiento y explorar alternativas como el almacenamiento híbrido. Para los fabricantes, el reto está en mantener el capex en NAND junto a otras prioridades industriales.
En esta compleja situación, los actores involucrados —desde fabricantes y OEM hasta reguladores— deben adoptar medidas tácticas y estratégicas para mitigar el impacto de este superciclo potencial en el mercado tecnológico mundial.
