En Los Ángeles, las protestas se intensifican en respuesta a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE), generando tensiones políticas. La Casa Blanca, a través de Karoline Leavitt, refuerza la narrativa de que estas manifestaciones, donde se han observado banderas mexicanas, son protagonizadas por inmigrantes ilegales y culpa a las políticas de Joe Biden. Sin embargo, muchos de los participantes son ciudadanos estadounidenses de ascendencia mexicana que se solidarizan con la comunidad afectada por las redadas. La situación ha llevado al envío de tropas federales y ha sido motivo de controversia legal, además de traer a la memoria históricas luchas por los derechos de los inmigrantes en los años 90. La bandera mexicana ha sido utilizada como símbolo de resistencia cultural y unidad.
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