En México, la censura a los medios de comunicación sigue siendo una preocupación constante, con acusaciones recientes contra el partido Morena por aumentar las restricciones a la libertad de expresión. Aunque estos actos de censura no son nuevos en el país, se han intensificado bajo la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, quien emprendió acciones legales contra un periodista, reflejando una falta de respeto hacia la libertad de prensa. Históricamente, diversos gobernadores han mantenido relaciones controvertidas con la prensa, utilizando la publicidad gubernamental como una herramienta de control y fomentando una cultura de extorsión y manipulación mediática. La falta de independencia auténtica en los medios mexicanos está arraigada en prácticas de financiamiento discrecionales, connivencia con el crimen organizado y manipulación digital a través de redes sociales y bots. Dos fenómenos recientes agravan esta situación: candidatos judiciales que usan lagunas legales para censurar y un incremento en el uso de litigios como herramienta de intimidación, lo que hace vital revisar y cerrar las brechas legales que permiten estos abusos.
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