La iluminación por capas se ha convertido en una tendencia destacada en el ámbito de la decoración de interiores, ganando popularidad especialmente dentro del estilo nórdico, donde la armonía y la calidez son fundamentales. Este enfoque no solo redefine espacios, sino que también se alinea con el concepto danés de «hygge», que busca promover la comodidad y el bienestar a través de ambientes acogedores y hospitalarios.
Este estilo de diseño, conocido por su funcionalidad y estética minimalista, se enriquece mediante la integración de distintas fuentes de luz. La técnica de iluminación por capas se sostiene sobre tres tipos de iluminación: general, ambiental y puntual. La luz general proporciona una base luminosa amplia, la luz ambiental cultiva una atmósfera acogedora, y la luz puntual destaca áreas o elementos específicos, añadiendo interés visual al entorno.
Un buen ejemplo de esta técnica puede observarse en la sala de estar, donde la luz general suele ser proporcionada por plafones o luces empotradas en el techo. Para lograr una luz ambiental, se prefieren lámparas de pie o apliques que emiten una luz suave y difusa. La iluminación puntual, por su parte, se consigue mediante focos que resaltan obras de arte o estantes decorativos, enriqueciendo el espacio con un atractivo visual adicional.
El diseño nórdico se caracteriza por la utilización de materiales naturales y colores suaves en sus lámparas. Los expertos a menudo recomiendan el uso de lámparas fabricadas con madera, fibras naturales y tejidos cálidos, elementos que fortalecen la conexión con la naturaleza, central en la estética nórdica, y contribuyen a establecer un ambiente relajante y tranquilo.
Asimismo, la elección de la iluminación se ajusta al momento del día. Durante los meses de invierno, cuando la luz natural escasea, se busca crear espacios que simulen la calidez del hogar. Una adecuada combinación de luces puede evocar un ambiente acogedor, ideal para momentos de lectura, conversación y descanso.
Especialistas en diseño de interiores sugieren experimentar con diversas intensidades y temperaturas de color de las bombillas al aplicar la iluminación por capas. La regulación de la intensidad de la luz ha ganado popularidad, pues permite adaptar el ambiente a las necesidades y actividades cotidianas.
Además, la incorporación de sistemas de regulación de luz o tecnología inteligente permite a los usuarios personalizar sus espacios, optimizando la experiencia «hygge». Esta interactividad no solo hace más versátil y acogedor el hogar, sino que permite que cada rincón brille de forma única según la ocasión.
La tendencia de la iluminación por capas en el diseño nórdico no se centra únicamente en la estética, sino también en el bienestar emocional. Los espacios iluminados de manera eficaz pueden influir positivamente en el estado de ánimo, incentivando la relajación y la creatividad. Con estas prácticas, cualquier hogar puede transformarse en un refugio cálido y acogedor, reflejando la auténtica esencia del concepto hygge.







