En un esfuerzo por eludir una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la Comisión Europea ha negociado en secreto un acuerdo comercial con Marruecos en solo cinco días. Este pacto busca incluir los productos del Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui, desestimando fallos judiciales previos. El borrador, cuestionado por la organización Western Sahara Resource Watch y los agricultores europeos, privilegia a Marruecos y compromete la autodeterminación saharaui. La Comisión pretende aplicar el acuerdo rápidamente este miércoles, obviando el proceso de revisión habitual y el Parlamento Europeo. Críticos destacan el enfoque apresurado y la falta de transparencia como una violación del derecho internacional.
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