La Comisión Europea ha obtenido el respaldo necesario para mantener los aranceles a los coches eléctricos chinos durante cinco años, tras una votación entre los estados miembros de la Unión Europea que resultó en cinco votos en contra, 12 abstenciones y 10 a favor. España optó por abstenerse, buscando evitar medidas perjudiciales. Las tarifas, basadas en una investigación que revela subsidios del gobierno chino, oscilarán entre el 7,8% y el 35,3% según el fabricante, y empezarán a aplicarse el 31 de octubre. Aunque las negociaciones continúan, los aranceles podrían eliminarse si se alcanzan acuerdos individuales con las empresas afectadas.
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