El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enfrenta dificultades para mediar en la crisis de Venezuela debido a su reciente cambio de tono respecto a las elecciones venezolanas, que la oposición considera fraudulentas. Lula, que inicialmente había respaldado el proceso electoral, ahora exige explicaciones a Nicolás Maduro por la falta de transparencia en la publicación de actas. Analistas critican la ambigüedad de su postura, complicando aún más su mediación y generando tensiones tanto a nivel diplomático como en su propio partido. Lula sugirió nuevas elecciones o un gobierno de coalición, propuestas rechazadas por todas las partes. La relación entre Lula y Maduro se ha deteriorado, afectando negativamente la posición de Brasil como mediador.
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