La Comunidad de Madrid ha aprobado una nueva normativa que establece la jornada partida como criterio general en los colegios públicos de Infantil, Primaria y Educación Especial, con el fin de mejorar el rendimiento académico y facilitar la conciliación familiar. Este cambio ha generado reacciones diversas: mientras que las asociaciones de padres celebran la medida por ampliar la capacidad de elección de las familias y adaptarse al interés del menor, los profesores y sindicatos muestran su descontento. Críticos señalan que no se ha consensuado con el personal docente y temen que se trate a los colegios como guarderías para adaptarse a las largas jornadas laborales de los padres. Además, la normativa facilita el procedimiento para cambiar a jornada partida en los centros, ahora requerirá solo un tercio del apoyo del Consejo Escolar en lugar de una mayoría absoluta. Diversos sindicatos consideran impugnar la medida al no haberse negociado y alegan que podría afectar negativamente las condiciones laborales de los docentes.
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