La Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha formalizado la compra de terrenos en la zona arqueológica de Asta Regia. Este proyecto, ejecutado ante notario, implicó una inversión de 1.299.561 euros financiada con fondos propios. Patricia del Pozo, la consejera de Cultura y Deporte, ha destacado esta adquisición como un «hito decisivo» en la valorización del yacimiento, crucial para entender la historia cultural y social de Cádiz y Andalucía Occidental.
La Junta ha adquirido cuatro parcelas que componen la zona arqueológica de Mesas de Asta, todas reconocidas como Bienes de Interés Cultural (BIC). Estas suman 90 hectáreas e incluyen los principales restos arqueológicos del lugar. Las parcelas compradas incluyen las números 180 y 181, que albergan el núcleo principal de Asta Regia y las necrópolis, además de las parcelas adyacentes 50 y 51. Previamente, estos terrenos formaban parte de una finca privada de más de 500 hectáreas, lo que requirió una segregación para su compra.
La adquisición responde a las demandas de la sociedad civil de Jerez de la Frontera, agrupada en la Plataforma Asta Regia, y de su alcaldesa, quienes han solicitado la recuperación del importante legado histórico y patrimonial del yacimiento. La alcaldesa María José García-Pelayo ha mostrado su satisfacción por este logro, que refuerza la protección del yacimiento y fomenta futuras investigaciones y promoción cultural. Según García-Pelayo, este paso es fundamental para el impulso de la candidatura de Jerez como Capital Europea de la Cultura.
Mesas de Asta, uno de los yacimientos no excavados más significativos de España, data del Bronce Final atlántico y tuvo ocupación por culturas tartésica, fenicia, turdetana, romana y árabe, hasta su abandono en el siglo X. Su registro arqueológico ha permanecido mayormente inalterado y ajeno a la urbanización contemporánea, conteniendo vestigios desde la prehistoria hasta la Edad Media.
Declarada BIC en 2000, la zona se sitúa sobre una meseta miocénica, rodeada antiguamente por esteros marinos navegables, lo que destaca su relevancia en la antigüedad. Dentro del yacimiento se identifican estructuras de diversas épocas, restos de murallas iberorromanas, áreas de producción cerámica y necrópolis. Las excavaciones más notables fueron realizadas por Manuel Esteve Guerrero entre 1941 y 1958, cuya labor dejó los únicos restos visibles hoy. En 2021, la Universidad de Cádiz efectuó prospecciones por georradar para ampliar el conocimiento del yacimiento.
Fuente: Junta de Andalucía.








