El Día de la Constitución, celebrado el 6 de diciembre en España, marca no solo el aniversario de la promulgación del texto constitucional, sino también un recordatorio de su papel pionero en la protección del medioambiente. En un momento en que la preocupación ecológica no era mayoritaria, la Constitución de 1978 incorporó el artículo 45, inspirándose en modelos internacionales, para garantizar el derecho a un ambiente adecuado y la obligación de conservarlo, sentando las bases de políticas ambientales fundamentales en el país. Este artículo, junto a otros preceptos como los artículos 43, 46 y 130, ha forjado el marco legal sobre el que se han desarrollado leyes emblemáticas, como las de Costas, Biodiversidad y Cambio Climático, y ha cimentado la creación del Ministerio de Medio Ambiente. Además, ha permitido a España ratificar importantes tratados internacionales y adaptar directivas de la Unión Europea, integrando así la protección ambiental en el núcleo del Estado de derecho y respondiendo a los desafíos contemporáneos. Así, casi cinco décadas después, la Constitución continúa siendo una herramienta vital para asegurar la sostenibilidad y el futuro medioambiental del país.
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