Las funciones que la Corona asigna al jefe del Estado lo establecen como una figura esencial dentro del entramado institucional. Su importancia radica en el papel que desempeña en la estabilidad política y social, actuando como un símbolo de unidad y continuidad. Es fundamental que la ciudadanía comprenda la relevancia de su papel para valorar adecuadamente su contribución en el contexto actual. La labor del jefe de Estado abarca desde la representación del país en el ámbito internacional hasta la facilitación del diálogo entre las distintas fuerzas políticas, demostrando su utilidad en el fortalecimiento del sistema democrático.
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