El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha bloqueado temporalmente la deportación de un grupo de inmigrantes venezolanos detenidos en Texas, quienes enfrentaban ser trasladados a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa de tiempos de guerra. La decisión del Supremo, que contó con el apoyo de siete jueces frente a la oposición de dos conservadores, suspende la expulsión hasta que el Quinto Circuito se pronuncie. El uso de esta ley por parte del gobierno de Trump ha generado controversia, tras calificar a los inmigrantes de miembros de organizaciones criminales sin pruebas sustanciales. Este es un uso inusual de la ley, empleada previamente solo en conflictos bélicos formales, y ha suscitado preocupaciones sobre el impacto en derechos civiles, advirtiéndose de un posible abuso de poder y subversión del sistema legal estadounidense.
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