Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, se encuentra en Rabat para copresidir el Consejo Mundial de la Internacional Socialista junto a Driss Lachgar, líder de los socialistas marroquíes. Esta visita ha generado controversia, especialmente entre la disidencia marroquí, que critica el aparente apoyo de Sánchez al régimen de Mohamed VI, mientras destacados opositores permanecen encarcelados. La situación genera malestar en sectores críticos, que cuestionan el silencio de la Internacional Socialista frente a las violaciones de derechos humanos bajo el reinado del monarca alauí. En este contexto, persiste la represión contra activistas y periodistas en Marruecos, cuyo sistema mediático continúa bajo un control estatal restrictivo.
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