En un entorno educativo cada vez más orientado a dotar a las personas de herramientas prácticas para la vida diaria, un reciente informe presentado en Londres por Santander y elaborado en colaboración con la firma de investigación de mercados Ipsos, revela un cambio significativo en las prioridades de los españoles: la educación financiera ha pasado a ser considerada más importante que asignaturas tradicionales como Historia y Literatura. Este estudio, titulado «El valor de aprender: Perspectivas globales sobre educación financiera», encuestó a 20.000 personas en diez países y encontró que el 86% de los españoles nunca recibió enseñanza financiera en la escuela, una cifra que se mantiene en línea con la media global.
A pesar de esta carencia en la formación académica, existe un gran interés entre la población para remediarlo, con tres de cada cuatro encuestados dispuestos a participar en cursos gratuitos de educación financiera. Este interés es más acentuado entre los jóvenes de 25 a 34 años. Según el informe, los españoles asocian la educación financiera con la capacidad para tomar mejores decisiones económicas (64%), gestionar dinero y deudas eficientemente (59%), y actuar con ética en la selección de productos financieros (46%).
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha subrayado la relevancia de esta educación como herramienta de progreso tanto personal como colectivo. Durante la presentación del informe, Botín destacó que el conocimiento financiero permite a las personas tomar decisiones fundamentadas, adelantarse a riesgos y aprovechar oportunidades. Hizo un llamado a gobiernos, instituciones educativas, familias, empresas y entidades bancarias para colaborar en la democratización de esta formación.
Un hallazgo notable del informe es la divergencia entre la percepción personal de conocimiento financiero y la realidad. En España, aunque el 54% de la población cree tener suficientes conocimientos financieros, solo el 26% pudo responder correctamente a una pregunta básica sobre inflación, reflejando un fenómeno conocido como el efecto ‘Dunning-Kruger’, que supone una sobrevaloración de las propias capacidades.
Además, el informe destaca los desafíos de la digitalización, ya que las redes sociales se han convertido en una fuente de información financiera, aunque solo el 61% de los españoles se siente seguro al gestionar sus finanzas en línea, cifra inferior a la media global.
En respuesta a estas necesidades, España ha implementado un Plan de Educación Financiera liderado por la CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Economía. Sin embargo, persisten brechas en la alfabetización digital, la formación docente y la incorporación de esta materia como competencia transversal en la educación.
Banco Santander sigue comprometido con la educación financiera a nivel global, habiendo beneficiado a más de 4 millones de personas a través de sus iniciativas en 2024. En España, su programa ‘Finanzas para Mortales’ se ha consolidado como líder en el sector, impactando a más de 276.000 personas desde su lanzamiento en 2012, con un enfoque inclusivo y multicanal.
