La reciente afirmación de Donald Trump sobre una posible reunión con Vladimir Putin para resolver la guerra en Ucrania ha desencadenado una contundente respuesta de la Unión Europea y Kiev, reafirmando su apoyo a Ucrania. Las declaraciones del expresidente estadounidense, que sugieren conceder concesiones territoriales, han sido rechazadas por líderes europeos que insisten en que cualquier acuerdo debe respetar la soberanía ucraniana. Esta situación ha resaltado la importancia del acercamiento diplomático entre Ucrania y la UE, destacando la necesidad de que Europa fortalezca su autonomía estratégica frente a las decisiones de Washington. Mientras Estados Unidos matiza los comentarios de Trump, la comunidad europea insiste en una cooperación pragmática, reforzando su papel en el panorama internacional y subrayando intereses comunes pese a las diferencias transatlánticas.
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