La gratuidad del transporte público en Baleares, promovida por Pedro Sánchez, enfrenta un déficit significativo, con un aumento notable de usuarios y una falta de financiamiento adecuado. El servicio ha experimentado un incremento del 8,4% en pasajeros en Palma en 2025, alcanzando cifras récord. Sin embargo, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma enfrenta serios problemas de infrafinanciación, ya que el Gobierno central aún no ha transferido los 63 millones de euros prometidos para compensar el costo anual de la medida, que asciende a 150 millones de euros. Mientras el déficit sigue, Sánchez ha prometido continuar con los descuentos en 2026 y ha introducido un nuevo billete único nacional. La carga económica recae principalmente sobre el Ayuntamiento de Palma y la Comunidad Autónoma, quienes deben adelantar recursos propios sin garantías claras de reembolso.
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