En respuesta a la creciente tensión en Oriente Medio, el Ministerio de Defensa español ha intensificado sus acciones preparativas. El portaeronaves Juan Carlos I ha comenzado la carga de material, mientras la Infantería de Marina colabora en el proceso. Ante un potencial agravamiento de la situación, se evalúa la posibilidad de evacuar a los 650 militares españoles desplegados en Líbano.
Con el Ejército del Aire y del Espacio ya en Beirut, encargándose de la evacuación de ciudadanos españoles que desean salir del país, la Armada española se alista para una posible retirada de sus tropas. Esta situación ha llevado al ministro de Defensa a emitir la orden de municionar la fragata Blas de Lezo, que se encuentra en Ferrol, preparando así a la nave para una “operación no planeada” hacia Líbano, en caso de que la situación lo requiera.
La fragata Blas de Lezo, parte de la clase Álvaro de Bazán, podría ser crucial si las Naciones Unidas decidieran cesar la misión de paz en la conocida Blue Line. El Ministerio de Defensa ha subrayado la importancia de tener toda la logística preparada para poder evacuar a las tropas españolas lo más rápido posible. A pesar de que la misión de paz sigue activa, la inseguridad creciente obliga a las tropas a resguardarse más tiempo en búnkeres, según confirmó la ministra de Defensa, Margarita Robles.
En preparación, la Blas de Lezo se desplazará a Cartagena. Como componente de la 31º Escuadrilla de Escoltas, la fragata juega un papel vital en la seguridad de las operaciones, escoltando otros buques de mayor envergadura. Simultáneamente, la Infantería de Marina del Tercio de la Armada, basada en San Fernando, Cádiz, se coordina con la puesta a punto del portaeronaves Juan Carlos I, el mayor buque de la Armada española.
El Juan Carlos I, habilitado para el transporte estratégico, está listo para operar escoltado por fragatas F-100, como la Blas de Lezo, garantizando la seguridad tanto de las operaciones como de las fuerzas de tierra desplegadas. Este despliegue busca asegurar una respuesta rápida y eficaz si la misión de paz en la región llega a su fin.
El Ministerio de Defensa ha demostrado con esta planificación estratégica su compromiso con la seguridad de las tropas y su capacidad de reacción ante cambios imprevistos en la seguridad. La preparación incluye el uso de medios navales y soporte logístico para una posible evacuación. Cada detalle ha sido meticulosamente diseñado para asegurar una respuesta rápida y eficiente ante cualquier eventualidad en el terreno.