La gamificación se consolida como una herramienta esencial en la educación y formación empresarial, potenciando el compromiso y la motivación mediante elementos lúdicos. Su implementación, potenciada por la inteligencia artificial, facilita la comprensión de conceptos complejos y el desarrollo de habilidades como la colaboración y el pensamiento crítico. En el ámbito profesional, refuerza competencias transversales y la cultura corporativa. Sin embargo, su éxito depende de una planificación adecuada y de la comprensión del contenido y el perfil de los alumnos. La gamificación y la ludificación, aunque parecidas, se diferencian en grados de complejidad y objetivos en el aprendizaje, siendo ambas estrategias complementarias.
Leer noticia completa en El Pais.