La posible prolongación de la vida útil de la central nuclear de Almaraz en Cáceres, fijada en principio para cerrar en 2027 y 2028, genera controversia en la región de Extremadura. Alrededor de la planta, que emplea a más de 300 personas y genera empleos indirectos, se encuentran algunos de los municipios con mayor renta de la comunidad. Sin embargo, la dependencia económica de la central plantea un desafío significativo para la región, que enfrenta la necesidad de buscar alternativas industriales. Mientras el gobierno regional, liderado por PP y Vox, apoya la extensión de la planta hasta 2030, la incertidumbre persiste entre los habitantes del Campo Arañuelo. La construcción de una gigafactoría de baterías de litio en Navalmoral de la Mata representa una esperanza de futuro económico, aunque el retraso en su ejecución complica la planificación a largo plazo. En este contexto, la decisión final sobre la central nuclea evoluciona como un punto de inflexión para el desarrollo y sostenibilidad de la zona.
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La incertidumbre acecha a la comarca más próspera de Extremadura ante posible cierre de Almaraz: Urgen prórroga gubernamental
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