La respiración bucal en niños, especialmente durante el sueño, puede afectar negativamente su rendimiento académico y capacidades cognitivas si no se trata a tiempo, según el Hospital Universitario Reina Sofía y la Copa COVAP. Estudios revelan que hasta un 20% de los niños sin enfermedades subyacentes pueden respirar por la boca, lo que interrumpe el flujo de oxígeno al cerebro, afectando funciones cognitivas. Factores como la congestión nasal, problemas estructurales en la boca y un tono muscular bajo, entre otros, pueden inducir esta condición. Además, la acumulación de mucosidad y tos frecuente empeoran la situación, causando malestar general y dolencias más serias como neumonía. Para prevenir esta situación, se recomienda la fisioterapia respiratoria y prácticas de higiene y salud en el entorno escolar y el hogar, junto con una correcta higiene nasal, actividad física y una alimentación equilibrada.
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