La Audiencia Provincial de Navarra ha desestimado el recurso de una víctima de violencia de género que buscaba reabrir una denuncia por presunto quebrantamiento de una orden de alejamiento. La corte confirmó el archivo del caso, citando deficiencias en el sistema de las pulseras antimaltrato que generaron alertas sin comprobar intencionalidad. Se constató que las alarmas respondieron a la entrada del investigado en la zona de exclusión por motivos laborales. El tribunal enfatizó que las pruebas eran insuficientes para establecer dolo y decidió no volver a citar al acusado, manteniendo su decisión inicial por falta de indicios de delito. La sentencia subraya las limitaciones técnicas del sistema de geolocalización, cuya efectividad ha sido cuestionada en varios casos similares.
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