En el Ayuntamiento de Palma, se ha desatado un intenso debate sobre la masificación turística, una problemática que afecta a la isla de Mallorca. Los partidos de la oposición, liderados por Més, han criticado al alcalde Jaime Martínez del PP, tachándolo de «masificador» por su promoción del turismo pese a que en las anteriores legislaturas, bajo el gobierno del PSOE, Més y Podemos, no se implementaron medidas para controlar este fenómeno. El primer teniente de alcalde, Javier Bonet, reprochó a la anterior administración su inacción durante sus ocho años de gestión. Mientras tanto, Vox señala que el incremento de tasas no detendría la llegada de cruceros, sino solo encarecería su costo. Propuestas del PSOE para un turismo sostenible han sido rechazadas, lo que suscitó más tensiones. En una atmósfera de recriminaciones cruzadas, el debate sobre el equilibrio entre desarrollo turístico y calidad de vida para los residentes continúa sin resolverse.
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