La Junta de Andalucía ha dado un paso significativo en la conservación del patrimonio histórico al adjudicar la primera fase de las obras para consolidar el enclave monumental de San Isidoro del Campo, situado en Santiponce, Sevilla. La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, anunció que estas obras cuentan con un presupuesto de 2.838.148 euros, cofinanciados por fondos Feder, y tendrán una duración de doce meses.
La intervención se centrará en revitalizar y recuperar los espacios de la almazara, el pósito y el almacén dentro del complejo monumental, un hito que constituye un avance crucial hacia la recuperación integral del lugar. En total, las obras de conservación previstas ascenderán a más de 8,1 millones de euros y se llevarán a cabo en dos fases. La segunda etapa, programada para 2026, incluirá trabajos en las naves del claustro de los jerónimos y la torre.
Patricia del Pozo resaltó que esta acción responde a una demanda histórica de recuperación de este enclave, un tesoro artístico, histórico y arquitectónico fundado en el siglo XIII por Alonso Pérez de Guzmán y su esposa. Durante el anuncio, la acompañaron el alcalde de Santiponce, Juan José Ortega Gordón, y el conde de Erill, Alberto Álvarez de Toledo y Mencos, representante de la Fundación Álvarez de Toledo.
San Isidoro del Campo es uno de los conjuntos patrimoniales más destacados de Andalucía, aunque también uno de los más deteriorados debido a años de abandono. Anteriormente, en 2016, el monumento sufrió un expolio en el Claustro de los Muertos. Desde que asumió su cargo en 2019, Del Pozo ha priorizado la recuperación de este lugar, junto con la ya culminada rehabilitación de las Reales Atarazanas de Sevilla.
Previo a la actual adjudicación, se llevaron a cabo estudios y reparaciones esenciales, incluidas la reparación de la cerca oriental y el mantenimiento de las cubiertas de la iglesia, con inversiones que superan el millón de euros. La conservación integral prevista para San Isidoro del Campo busca reparar varios daños estructurales y abrir los espacios al público.
El monasterio, que data de entre los siglos XIII y XX, fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1872 y es Bien de Interés Cultural. Ha servido como panteón de personajes ilustres, incluyendo a Alonso Pérez de Guzmán y Hernán Cortés. Además, fue el foco del grupo de erasmistas, donde se tradujo la Biblia del Oso al castellano.
Este conjunto de estilo gótico-mudéjar ha pasado por diversas etapas de uso a lo largo de los siglos, incluyendo periodos de abandono y usos industriales. A finales del siglo XX, fue objeto de rehabilitaciones antes de su apertura parcial al público en 2002. Desde entonces, ha atraído a numerosos visitantes, y su renovación busca asegurar su preservación y valorización futuras.
Fuente: Junta de Andalucía.







