El Consejo de Gobierno de Andalucía ha lanzado una nueva iniciativa dirigida a fortalecer el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas, componentes clave para el avance de la generación distribuida de energías renovables en la región. Con la colaboración de la Agencia Andaluza de la Energía, la Junta de Andalucía planea implementar una hoja de ruta que incentivará estas prácticas mediante un modelo de cooperación público-privado y con el respaldo de las entidades locales. El ambicioso objetivo es poner en marcha al menos 1.000 nuevas instalaciones que sumen una potencia de 68 MW para 2026, un esfuerzo que duplicaría las capacidades actuales.
El proyecto busca transformar el papel de empresas, ciudadanos y colectivos municipales en el sistema energético, permitiéndoles asumir un rol más activo. Al facilitar esta transición, se espera estimular un mercado empresarial especializado en servicios energéticos, lo que a su vez contribuirá a la competitividad de la industria andaluza.
El autoconsumo colectivo, en el que una instalación fotovoltaica única abastece a diversos usuarios cercanos, y las comunidades energéticas, que permiten a los usuarios generar, almacenar y compartir energía, son formas prometedoras de descentralizar el modelo energético. Esto no solo mejorará la eficiencia y participación, sino que también proporcionará estabilidad en los precios de la electricidad y reducirá los costos para empresas y consumidores particulares.
A pesar de su potencial, estas iniciativas enfrentan obstáculos significativos, como el desconocimiento de sus beneficios por parte del público y la falta de un marco normativo claro a nivel estatal. La demora en la aprobación del Real Decreto que regularía estas figuras es otro desafío que limita su progreso.
Con el foco en el autoconsumo colectivo como un primer paso, la Junta de Andalucía pretende crear un mercado de servicios, apoyado por acciones de divulgación, formación y acceso a financiación. Esta estrategia busca desarrollar un tejido empresarial capacitado y establecer alianzas público-privadas que impulsen estas tecnologías.
La Estrategia Energética de Andalucía 2030 destaca estas acciones como prioritarias, reforzando la colaboración con entidades privadas y públicas para favorecer su expansión. Hasta el momento, la Junta ha promovido estas iniciativas a través de foros, asesoramiento y herramientas como la guía jurídica para la constitución de comunidades energéticas, además de apoyar la creación de la primera comunidad energética en una zona vulnerable.
Estas medidas están catalizando la aparición de empresas y profesionales especializados en autoconsumo colectivo y energías compartidas en toda Andalucía, marcando un paso firme hacia una transición energética más sostenible y participativa.
Fuente: Junta de Andalucía.