En medio de unos comicios marcados por la rapidez en la elección presidencial de Donald Trump, el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sigue en duda, con 16 asientos aún por asignar. Este retraso se debe principalmente a la lentitud en el recuento de votos en California, estado conocido por su proceso prolongado debido al gran volumen de sufragios por correo y la necesidad de verificación manual. Otros factores, como los votos provisionales, amenazas de bomba y falta de personal electoral, han agravado la demora. Esta situación ha dado lugar a acusaciones de fraude y desinformación entre republicanos y demócratas, aumentando la tensión política en un ambiente ya polarizado.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.