En el contexto del fútbol europeo, la Premier League reafirma su dominio con un gasto de 3.250 millones de euros en fichajes, dejando a LaLiga española notoriamente rezagada con 696 millones. Aunque el Real Madrid y el Atlético de Madrid encabezan la inversión española con 185 y 175 millones respectivamente, el resto de equipos debe ajustar su presupuesto bajo estrictas normas financieras. Destacan casos como el Villarreal y el Betis, que han realizado movimientos estratégicos a pesar de las restricciones. La diferencia de inversión entre las ligas es evidente, influenciada por la popularidad global de la Premier y una cultura de consumo de fútbol más consolidada en Inglaterra. Estas dinámicas plantean un desafío para el fútbol español, que se esfuerza por mantener la competitividad y controlar el gasto.
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