Una rifa popular y centenaria que surgió en Río de Janeiro se ha transformado en una operación controlada por mafias organizadas, generando millones de ingresos anuales. A pesar de su carácter clandestino, este negocio ilícito no solo persiste, sino que también se encuentra bajo la dirección de figuras controversiales, incluyendo a un exmilitar de la dictadura brasileña que ocupa un rol de liderazgo.
Leer noticia completa en El Mundo.