En el transcurso de 2024, un impactante 93% de las empresas dentro de la Unión Europea (UE) adoptaron, al menos, una medida destinada a salvaguardar la integridad, disponibilidad y confidencialidad de sus datos y sistemas de tecnologías de la información y comunicaciones (TIC). Esta cifra, revelada por Eurostat, pone de manifiesto un compromiso amplio y decidido en toda la región para reforzar sus defensas digitales contra las crecientes amenazas cibernéticas.
Tras un detallado estudio sobre el uso de TIC y comercio electrónico en el contexto empresarial, el informe indica que la autenticación mediante contraseñas robustas ha sido la medida de seguridad más extendida, utilizada por un 84% de las compañías europeas. La sigue de cerca la práctica de realizar copias de seguridad de datos en lugares distintos, una estrategia empleada por el 79% de las organizaciones, mientras que el control de acceso a redes fue implementado por el 65%. En el lado opuesto, la autenticación biométrica fue la opción menos popular, siendo adoptada solo por el 18% de las empresas.
La variabilidad en la aplicación de estas tácticas de seguridad a lo largo de la UE es notable. Finlandia emerge como líder en esta área, con un 93% de sus empresas empleando al menos tres mecanismos de seguridad diferentes. Dinamarca sigue de cerca con un 90%, y tanto los Países Bajos como Alemania registran un 87%. Por el contrario, Grecia se sitúa al final con únicamente el 52% de sus empresas implementando tres o más medidas de seguridad, al igual que Bulgaria y Rumanía, ambas con un 53%.
Estos hallazgos destacan la imperiosa necesidad de mantener políticas proactivas en ciberseguridad que no solo protejan los activos digitales corporativos, sino que también fortalezcan la confianza de consumidores y socios comerciales dentro del ámbito digital europeo. Frente a la continua evolución y sofisticación de las amenazas cibernéticas, la UE aboga por adoptar estrategias de seguridad más robustas, con el objetivo de reducir riesgos y preservar su competitividad en el ámbito global. A medida que se avanza, la ciberseguridad se confirma como un pilar esencial para el crecimiento y estabilidad económica de la región.