España se posiciona como el nuevo epicentro tecnológico de Europa, atrayendo a gigantes del sector como Amazon, Microsoft, Meta, Google, Oracle e IBM. Todos estos gigantes tecnológicos han selecionado el territorio español para el despliegue de sus infraestructuras de computación en la nube. Esta elección estratégica destaca a España como el nuevo corazón digital del sur de Europa, con regiones como Aragón y Madrid acogiendo bases operativas clave.
La presencia de cables submarinos de fibra óptica es un factor determinante que ha convertido a España en un nodo estratégico de conectividad global. Proyectos como Equiano de Google, Marea de Meta y EllaLink de Telefónica configuran una robusta red que enlaza la península con el mundo.
En este escenario de transformación digital, Merlin Properties emerge como un protagonista destacado en el ámbito de infraestructuras de centros de datos, previendo alcanzar 600 megavatios de capacidad en sus instalaciones para 2029. Sus innovaciones en métodos de refrigeración reflejan un enfoque hacia la sostenibilidad y eficiencia hídrica.
Aunque las multinacionales son actores prominentes, empresas españolas como Grupo Aire y Stackscale también se han posicionado estratégicamente. Grupo Aire opera más de 20 centros de datos a través de Iberia, destacándose en ultrabaja latencia y conexiones internacionales. Por su parte, Stackscale apuesta por el desarrollo de infraestructura cloud europea, resaltando la importancia de la soberanía digital y la innovación en tecnologías como el enfriamiento líquido.
El sector enfrenta desafíos, especialmente para las pymes que presentan limitaciones en capacitación tecnológica y percepción del coste. Sin embargo, la adopción de soluciones en la nube ha mostrado un crecimiento notable en los últimos años.
El mercado español no es el único en esta carrera digital. La competencia abarca a jugadores internacionales como Azora y Blackstone, que fortalecen el ecosistema competitivo, elevando la posición de España como hub digital.
Por otra parte, la ciudad de Madrid ha ascendido como un líder emergente en Europa, desafiando a las capitales tradicionales de centros de datos como Fráncfort y Londres. Barcelona también se consolida como un punto importante en el continente.
Este auge de centros de datos responde a una demanda exponencial generada por la inteligencia artificial, el cloud computing y el consumo digital. Según CBRE, la capacidad de almacenamiento de datos se multiplicará significativamente entre 2010 y 2025, lo que proyecta un futuro de expansión continua.
España ofrece una combinación única de estabilidad política, energías renovables, disponibilidad de suelo y talento cualificado, factores que, junto al crecimiento del ecosistema tecnológico nacional, catapultan su atractivo global.
El mapa del poder digital está cambiando, y España ha ganado un lugar destacado en la nueva era digital donde los datos son el petróleo del siglo XXI y los centros de datos, sus refinerías. Empresas nacionales como Grupo Aire y Stackscale no solo participan de este boom, sino que lideran con innovación y visión estratégica, perfilando el futuro digital desde el corazón de Europa.